Miguel Primo de Rivera,
el responsable político
Miguel Primo de Rivera Orbaneja (1870-1930) fue un general español, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz), bajo cuya responsabilidad estuvo el gobierno de España de 1923 a 1930. Fue marqués de Estella y grande de España.
Tras haber desarrollado su carrera castrense en destinos coloniales (Marruecos, Cuba y Filipinas), el 13 de septiembre de 1923, contando con el visto bueno de Alfonso XIII, Primo de Rivera encabezó un golpe de Estado por el que la Constitución Española de 1876 quedó en suspenso. Durante su Dictadura, el país estuvo gobernado primero por un directorio militar (1923-1925), y después por un directorio civil (1925-1930) presidido por el propio general, Primo de Rivera, durante el que, en 1927, se creó la Asamblea Nacional Consultiva.
El 28 de enero de 1930, habiendo ya perdido el favor de Alfonso XIII y del Ejército, movido por la impopularidad que progresivamente había ido adquiriendo y por sus problemas de salud, Primo de Rivera dimitió de su cargo, con la consiguiente repercusión sobre la estructura organizativa de la Exposición Iberoamericana de Sevilla que, como la Internacional de Barcelona, habían sido impulsadas por el general como escaparates propagandísticos de su régimen. Poco después, el 16 de marzo, Primo de Rivera fallecía exiliado en París.
Miguel Primo de Rivera fue el máximo responsable político de la Exposición Iberoamericana a partir del golpe de Estado del 23 de septiembre de 1923 y hasta su dimisión el 28 de enero de 1930. Después, y hasta su clausura, lo sería el general Dámaso Berenguer Fusté (1873-1953), conde de Xauen, que presidió el penúltimo gobierno de la monarquía de Alfonso XIII, conocido como la “dictablanda”.
Con Primo de Rivera la Exposición, que adquirió un carácter nacional y se convirtió en un proyecto de Estado se vio, además de potenciado sustancialmente alterado a partir de 1923, adaptándose a los intereses del nuevo régimen. Cambiaron los protagonistas, los gestores, los pabellones, los contenidos expositivos, los turistas potenciales, los gobiernos interesados….
Además del reconvertir el certamen, hasta entonces hispanoamericano, que con la incorporación de Portugal, Brasil y sus colonias en 1923 pasó a Iberoamericano, Primo de Rivera unificó los proyectos de la Exposición Iberoamericana de Sevilla y la Internacional de Barcelona en el marco de la Exposición General Española de 1929-1930, con objeto de convertir a estas dos ciudades en el escaparate político de sus actividades, en especial de los logros económicos de su gobierno que, en el contexto internacional de ”los felices años veinte”, favoreció el crecimiento y la expansión de la economía nacional.
Durante la Dictadura, la estructura organizativa de la Exposición, como también la de la alcaldía de Sevilla, experimentaron cambios poniendo en sus cargos a otros personajes que promovieron el certamen y marcaron el desarrollo de sus preparativos.
De hecho, Primo de Rivera nombró Comisario Regio de la Exposición a José Cuz-Conde Fustegueras para que la llevara a término. Los últimos tres alcaldes de Sevilla, Agustín Vázquez Armero (1923-1924), Pedro Armero Manjón (Conde de Bustillo, 1926-1927) y Nicolás Díaz Molero (1927-1930) pertenecerían a la Unión Patriótica, partido oficial del régimen, creado en abril de 1924.
José Cruz-Conde Fustegueas, Comisario Regio y luego Director de la Exposición, y Nicolás Díaz Molero, alcalde de Sevilla.
Para dar respuesta a sus intereses propagandísticos, se reorganizó la estructura de pabellones. Así, se proyectaron nuevas instalaciones de carácter gubernamental, a fin de exponer contenidos asociados a instituciones de titularidad nacional y a la política intervencionista y proteccionista del Gobierno, canalizadas a través de obras sociales y sobre todo de grandes inversiones en obras públicas e infraestructura; por ejemplo, la Compañía Arrendataria de Tabacos, la Compañía Telefónica Nacional de España, o la Sociedad Algodonera, por mencionar algunos ejemplos. También condicionó los contenidos museográficos y la estructura expositiva de algunos espacios, entre ellos las diferentes salas de la Plaza de España. Entre ellas, la dedicada a la Confederaciones Hidrográficas en la que se exponían maquetas de puertos de España.
Tras encauzar el problema de Marruecos gracias a la operación del desembarco de Alhucemas (1925), y sobre todo a partir de que en la primavera de 1927 el protectorado fuera totalmente pacificado, Primo impulsó la presencia de las colonias españolas en Sevilla, a través del Alto Comisariado de España en Marruecos. De ahí que en Sevilla hubiera dos pabellones coloniales oficiales (el del Protectorado de Marruecos y el de Guinea) y una instalación comercial (el Barrio Moro).
El acercamiento entre la España primorriverista y la Italia fascista de Mussolini, plasmado en la firma el 7 de agosto de 1926 de un tratado de amistad entre los dos países, motivó la presencia de universitarios y empresarios italianos fascistas en Sevilla a pesar del carácter iberoamericano de la muestra.
Por la orientación estatal de la Exposición, durante su desarrollo esta fue visitada por numerosos ministros, algunos de los cuales coincidieron con Primo de Rivera durante sus estancias en Sevilla. El general estuvo en la ciudad, acompañando a la Familia Real con motivo de la inauguración del certamen, en la que intervino con un discurso fundamentado en la exaltación de la Raza Hispana y las relaciones americanistas. En los reportajes fotográficos de aquellos primeros días se le ve, siempre en un segundo plano, protagonizándolos la Familia Real.
Apenas quince días después de haber dejado la ciudad, el 1 de octubre, Primo de Rivera volvió a Sevilla, donde estuvo hasta el día 3, en esta ocasión como máximo representante del país. En estos días, particularmente intensos, los eventos principales fueron la Semana Nacional de Colombia, y el arranque de la de Portugal, para la que llegaron a la ciudad, para tomar parte en ella, diferentes cargos portugueses.
Comitiva que acompaña a Primo de Rivera en su visita al Pabellón de Colombia el 1 de octubre de 1929 (fot. de Serrano, Archivo Familia Sánhez Apellániz).
Primo de Rivera y asistentes al concierto de Fernández Fao, en el tablado provisional fijado por Portugal en la avenida de Portugal el 3 de octubre de 1929 (fot. de Dubois. Archivo Familia Sánchez Apellániz).
Su presencia también estuvo justificada por el desarrollo de tres importantes congresos; los internacionales de Agricultura Tropical y Subtropical, y del Café, y el II Congreso Nacional del Comercio Español en Ultramar, en cuyos actos Primo de Rivera estuvo acompañado por el Ministro de Economía Nacional, el Conde de los Andes, Francisco Moreno Zuleta de los Reales.
Inauguración del Congreso Nacional del Comercio Español en Ultramar 3 de octubre de 1929 (fot. de Dubois (hijo). Archivo Familia Sánchez Apellániz).
Aquellos días, Primo de Rivera asistió a muchos otros actos; por ejemplo, el 2 de octubre impartió la conferencia inaugural del curso del Centro Cultural del Ejército y la Armada (Círculo Militar) e impuso la Medalla de Oro del Trabajo a Gilberto Pitcaim, director de la fábrica de cerámica de San Juan de Aznalfarache.
El presidente del Gobierno general Primo de Rivera tras la imposición de la medalla del Trabajo al director de la fábrica de cerámica de San Juan de Aznalfarache Gilberto Pitcairn, el 2 de octubre de 1929 (©ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla, fondo Serrano).
El día 3, en calidad de alcalde honorario, presidió la Comisión Permanente del Ayuntamiento; visitó de nuevo el Pabellón de Colombia, acompañando a los capitanes Jiménez e Iglesias y, antes de marchar a Madrid, estuvo en el estudio de Manuel Delgado Brackenbury, en San Juan de la Palma, para contemplar el escultórico que el artista estaba aún realizando, para el pórtico monumental del campamento del Tercio en África.
Primo de Rivera en el andén del Ayuntamiento tras asistir como alcalde honorario a la Comisión permanente municipal acompañado del ministro de Economía conde de los Andes y autoridades locales, el 3 de octubre de 1929 (©ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla, fondo Serrano).
Nueva visita de Primo de Rivera al Pabellón de Colombia, el 3 de octubre de 1929 (fot. de Serrano. Archivo Familia Sánchez Apellániz).
Una semana después Primo de Rivera volvió de nuevo a Sevilla con motivo de la festividad del Día de la Raza. Los principales fastos de la Exposición estaban previstos para aquellos días, aunque algunos fueron pospuestos como consecuencia de que la Familia Real finalmente no acudió a Sevilla, demorando su nueva estancia unas semanas. En consecuencia Primo de Rivera presidió los actos públicos, civiles y religiosos, asociados a la festividad.
El 12 de octubre, al general y al cardenal Ilundain les fueron impuesto el Collar de la Orden de Isabel la Católica en la Catedral de Sevilla.
Actos conmemorativos de la Fiesta de la Raza, el 12 de octubre de 1929. El presidente del Consejo de Ministros general Miguel Primo de Rivera y el cardenal Ilundáin saliendo de la Catedral tras el acto en el que le fueron impuestos a ambos el collar de la Orden de Isabel la Católica (©ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla, fondo Serrano).
El día 13, acompañado por el infante don Carlos y por el comisario regio visitó la fragata argentina Sarmiento, buque escuela de guardamarina que se adhirió a la festividad del Día dela Raza.
Actos conmemorativos de la Fiesta de la Raza, el 13 de octubre de 1929. Visita del presidente del Consejo de Ministros general Miguel Primo de Rivera a la fragata argentina "Presidente Sarmiento" (buque escuela de guardiamarinas que se adhiere a los actos por expreso deseo del Gobierno argentino). Le acompañan el infante Carlos de Borbón y el comisario regio José Cruz Conde (©ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla, fondo Serrano).
Actos conmemorativos de la Fiesta de la Raza, el 13 de octubre de 1929. Visita del presidente del Consejo de Ministros general Miguel Primo de Rivera a la fragata argentina "Presidente Sarmiento" (buque escuela de guardiamarinas que se adhiere a los actos por expreso deseo del Gobierno argentino). Le acompañan el infante Carlos de Borbón y el comisario regio José Cruz Conde (©ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla, fondo Serrano).
El presidente del Gobierno general Primo de Rivera con las autoridades locales a la salida de la reunión agropecuaria celebrada en la Casa-Lonja. el 13 de octubre de 1929 (©ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla, fondo Serrano).
A comienzos de diciembre Primo volvió a Sevilla. Dos meses después, dimitió de su cargo.
El presidente del Consejo de Ministros general Miguel Primo de Rivera, acompañado del infante Carlos de Borbón y el comisario regio José Cruz Conde, visita el recinto de la Exposición Iberoamericana: en los aledaños del pabellón de Portugal, el 1 de diciembre de 1929 (©ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla, fondo Serrano).