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Sin duda alguna, en la Exposición Iberoamericana de 1929 se exhibieron importantes obras de arte, algunas de ellas formando parte de diversas exposiciones celebradas dentro del propio certamen sevillano. Este es el caso de la muestra dedicada al ilustrador y pintor catalán Joan Cardona i Lladós, que se celebró con gran éxito en el Pabellón Industrial de Cataluña y Baleares, un edificio que se caracterizó por su naturaleza vanguardista, a diferencia de la mayoría de pabellones de la exposición, que bebían de las fuentes del historicismo.

 

El evento reunió diecisiete lienzos de carácter folclórico que destacaron por su gran belleza y colorido. Joan Cardona (Barcelona, 1877-1958) nació en el seno de una familia humilde, aunque gracias a su padrastro tuvo la oportunidad de estudiar en la prestigiosa Academia Baixas y luego en la Escuela Llotja, ambas en la ciudad condal, donde asimismo se formaron otros notables artistas.

 

Con posterioridad, frecuentó la taberna Els 4Gats, coincidiendo con tertulianos tan insignes como Picasso, Ramon Casas, Santiago Rusiñol, etc. Entre 1900 y 1914 fijó su residencia en París, donde alcanzó una fama internacional a través de sus dibujos donde aparecían elegantes y glamurosas figuras femeninas. A raíz de la Primera Guerra Mundial, Cardona regresó a su ciudad natal, donde residiría hasta su muerte acaecida en 1958. Este hecho marcaría su producción artística, pues abandonó definitivamente su faceta de ilustrador de la Belle Époque parisina para dedicarse a la pintura al óleo, con un marcado predominio por los temas folclóricos, donde las modelos iban ataviadas de gitanas, manolas o chulas, temática muy al gusto de la Europa de la época.

 

Publicó sus ilustraciones en las más prestigiosas revistas satíricas y artísticas de la época, como El Gato Negro, Le Rire, Álbum Salón, Le Frou-frou, La Caricature, La Vie en Rose, Jugend, Lustige Blätter, Fantasio, Rialles, Mundial Magazzine o Elegancias, entre otras.

 

Además, participó en las más reputadas exposiciones del momento, como las Exposiciones de Bellas Artes de Barcelona, el Salon d’Automne, el Salon de la Société des Beaux Arts o la Exposición Internacional Panamá-Pacífico de San Francisco.

 

Su acreditación artística viene reforzada por el hecho que algunas de sus obras se conservan en museos de la importancia del Museo del Prado, Museo Carmen Thyssen-Bornemisza o Museo del Louvre. Como reconocimiento a su trayectoria artística en Francia, el Estado francés le concedió, en 1932, la distinción de Caballero de la Legión de Honor.

 

Desgraciadamente, a pesar del merecido éxito que gozó en vida, Cardona es en la actualidad un artista prácticamente desconocido, al igual que sucedió con otros notables artistas de su época. No obstante, últimamente, en un intento por recuperar su figura, se ha publicado una monografía sobre su vida y su obra.

 

El objetivo de esta comunicación es profundizar en la faceta de Cardona como pintor de escenas folclóricas y pintorescas, característica común en los lienzos exhibidos en la exposición sevillana, así como establecer comparativas con obras de carácter similar realizadas por otros artistas coetáneos.

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